Las Islas
La desmesura argentina
Obra de Carlos Gamerro con dirección de Alejandro Tantanian
Habría que preguntarse si existe alguna otra manera (casi barroca) de trasladar escénicamente los años que abarca desde la caída del gobierno de Isabel Perón hasta el menemismo en su punto más alto. Es tal vez por eso que toda la pieza se muestra abotagada de soportes escénicos, distintos registros de actuación, guiños referenciales, metáforas que van de lo crudelísimo a lo sutil y, un elección espacial abstracta que va transformándose de acuerdo a las necesidades de las escenas.
Esta elección de exposición escénica lleva un doble riesgo: la pérdida de algunas de las rutas que ofrece la obra para seguir el relato y los desniveles de tensión que se producen ante la variada gama de géneros elegidos para transitarlo.
Mucho de eso pasa en la pieza en donde el monólogo casi revisteril, la comedia musical, el absurdo, el grotesco, lo audiovisual, y la narración oral se entremezclan para conformar un cuadro oscurísimo de cuarenta años de la historia argentina.
Pero, repito, tal vez no exista otra forma de exhibir esos años, por eso tanto Carlos Gamerro desde la dramaturgia y Alejandro Tantanian desde la dirección eligieron esta estética de collage dramatúrgico/escénico.
Dentro de este marco las actuaciones de Pablo Seijo, Diego Velázquez, Luis Ziembrowski, Nahuel Cano, Analía Couceyro (su primer monologo es uno de los puntos más altos de la pieza) realizan lanzados trabajos en donde la desmesura –tanto se incline a lo trágico, como a lo cómico- tiñe sus actuaciones.
La escenografía de Sebástian Gordin responde con su funcionalidad a las variadas necesidades de locación que plantea la pieza. El vestuario de Marina De Caro elige mostrar el lado farsesco de cada época y cada personaje. Y las luces de Alejandro Le Roux son intensas en sus claroscuros.
La música tanto en su concepción (Lisandro Penelas) como en su ejecución, si bien es un aporte importante, no llega constituirse en un elemento modificador de la escena.
Las Islas se atreve al desafío de exhibir ese maremágnum de atrocidades de la historia argentina y si lo que se ve se muestra por momentos exagerado, es porque habría que asumir que ese espejo no deforma… refleja.
Gabriel Peralta
criticateatral.com.ar
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