viernes, 8 de junio de 2012

El teatro


El  teatro  como  interpretación


El teatro como interpretación posee el mismo marco pragmático que los juegos ficcionales de los niños, de los que el trabajo del actor es una prolongación.  La diferencia es que en el arte teatral, en el sentido canónico del término, la interacción de los actores no es el objetivo último: actúan ante y para un público, lo que introduce restricciones específicas que no son internas a la constitución del universo ficcional, sino que se derivan de la necesidad de hacer accesible ese universo a personas que no participan en la actuación.
En el plano de la encarnación textual del arte dramático, el vector de inmersión es el de una simulación virtual de acontecimientos intramundanos. La diferencia esencial entre esta postura y la del actor consiste en el hecho de que el actor imagina directamente el universo visto y actuado a través de un personaje. El lector también puede activar el vector que utiliza el actor, el de la sustitución de identidad actancial (singular o múltiple), con la diferencia de que, en su caso, es virtual y no actual (físicamente encarnada).
En el plano de la representación escénica, el teatro moviliza el mismo dispositivo de inmersión que la lectura del texto dramático. La diferencia entre los dos es simplemente la que hay entre lo virtual y lo actual. Desde el momento en que admitimos que ninguno de los dos dispositivos ficcionales tiene prioridad lógica sobre el otro, podemos decir indiferentemente que la realización escénica es la actualización de la ficción textual o que el texto teatral es la virtualización de la actualidad escénica. En la realidad, evidentemente siempre es uno u otro. Generalmente se admite que el estado textual de las piezas shakespereanas es posterior a su estado escénico, lo que se explica cuando se recuerda que Shakespeare era, antes que nada, director de una compañía teatral, y que el teatro isabelino admitía una parte de improvisación; el estado escénico de las tragedias clásicas francesas en cambio es una actualización de un estado textual preexistente.

Jean-Marie Schaeffer

Fragmentos de:
¿Por qué la ficción?, Desórdenes Biblioteca de Ensayo